miércoles, 5 de diciembre de 2012

DESEOSOS DE BUENAS NOTICIAS





Son muchos los problemas que nos rodean cada día y que están al alcance de cualquiera. Al encender la televisión, la radio o consultar información en la red, nos encontramos con demasiadas malas noticias que giran en torno a la economía, que no levanta cabeza; demasiadas familias desahuciadas, datos del paro cada vez peor, algún ser querido que nos abandona, alguna enfermedad que se cruza en el camino,  política que complica en vez de solucionar problemas, menos recursos para los más necesitados y políticos cada vez más enredados... En plena sociedad de la información y la comunicación, la avalancha de tanta información negativa va haciendo mella en una sociedad cada vez más descontenta, indignada y casi resignada en esta situación social en la que estamos envueltos. Estamos deseosos de buenas noticias que tengan que ver con la recuperación de la economía, de lograr encontrar un trabajo, de la solución definitiva a una enfermedad o, simplemente, que la suerte sonría al que lo necesita...

Ante este panorama, intento amanecer cada mañana observando el brindis de la naturaleza a vivir un nuevo día; queriendo desarrollar mi trabajo lo mejor posible, disfrutando de aquello que hago y sintiendo la cercanía de los que me rodean. Quiero disfrutar cada instante con esos pequeños detalles que logran arrancarte una sonrisa, con el cariño de mi familia y la complicidad de mis amigos. Quiero reir cuando me apetezca y llorar cuando lo necesite. Quiero paladear una buena lectura y una buena canción, compartir una buena charla entre amigos y reflexionar de mis cosas, como ahora lo estoy haciendo. En definitiva, quiero vivir mi vida sin permitir que esos grandes problemas que cada día nos atacan puedan empañar mi existencia porque, al fin y al cabo, no me considero cómplice de esta situación, no la comparto ni considero que su influencia nos llegue a condicionar.

Debemos ser  realistas, personas con  los pies en el suelo, intentando dar nuestra opinión y argumentos, ayudando en lo que podanos; denunciando  lo que creamos denunciable; viviendo sin dañar a nadie. Pero también debemos ser personas que sepamos disfrutar de ese momento de optimismo, alegrarnos de lo bueno, compartir experiencias positivas, tapar baches y retirar piedras en nuestro camino, evitar zancadillas y cambiarlas por un simple de gesto de dibujar sonrisas. Estoy convencido que sería nuestro mejor legado...

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